¡Hola Walkers! ¿Cómo estáis? Aquí Rony…
Hoy toca hablar del tema, si, hablaremos de los andadores para bebé. Un gran debate entre los padres y la comunidad de pediatras sobre si es bueno, o no, su uso.
En este artículo desvelaremos todos los peligros (y ventajas) que esconde este producto y, sobretodo, porque NO deberías de usarlo con frecuencia…
Analizaremos los estudios más recientes del 2024 mientras analizamos cuales son las mejores alternativas…
¿Empezamos?
¿Para qué sirven los caminadores de bebés?
Los andadores para bebes sirven como una de ayuda intermedia en el proceso de desarrollo psicomotor. Muchos de ellos están diseñados para ayudar al bebé a desarrollar los músculos de las piernas, acelerando, así, la capacidad de andar.
Estos andadores cuentan con distintos complementos de seguridad que evitan que él bebé caiga, ofrecen distintos accesorios para entretenerle e, incluso, para desarrollar sus capacidades creativas.
No obstante, no todos los modelos son buenos para el desarrollo del pequeño, por eso hoy queremos hablar de cuales son los mejores y los peores.
¿Qué tipos de andadores para bebés son los más peligroso?
Existen hasta 3 tipos de andadores para bebés diferentes. Los correpasillos, los arnéses de bebé y el tacatá.
¡El más peligroso de todos! ⚠️ El taca taca es un andador que le da demasiado apoyo al bebé al andar.
Un arnés para bebés es un tipo de arnés de seguridad que ayudara al bebé a caminar.
Estos no interfieren tanto en el desarrollo del bebé y además son un extra de seguridad para padres y para el pequeño. No tiene juguetes con los que desarrollar su capacidad creativa.
¿Por qué el tacatá es tan peligroso? ¿En qué se diferencia?
Lo sentimos, pero los médicos y especialistas tienen toda la razón. El uso frecuente del tacatá es malo para el bebé. Pero vamos a ver el porque de todo esto.
El tacatá, a diferencia del correpasillos, tiene un asiento en el que se incorpora al bebé. Este facilita muchísimo la forma de andar, el problema reside en que apenas hará fuerza y en que malinterpretará la memoria muscular.
Por así decirlo, nuestro pequeño pensará que se anda de la misma forma en el tacatá que sin él. Retrasando, incluso, el proceso.
El correpasillos, en cambio, no dispondrá de este «asiento», tan solo de una barra horizontal para que se apoye.
Los 3 grandes peligros de usar un tacatá
Ahora que ya sabemos cual de los 3 es el más peligroso, vamos a estudiarlo a fondo ¿Cuáles son sus inconvenientes?
1 – Retrasará el tiempo en el que aprenderá a caminar
El andador es un “asistidor artificial”, que a pesar de que ayuda con el desarrollo de la musculatura limita la experiencia de la caminata de forma parcial y termina retrasando el aprendizaje que necesita él bebé para lograr caminar con independencia.
Es decir, que a pesar de que el andador es capaz de fortalecer los músculos de las piernas del bebé, también bloquea los estímulos necesarios que requiere él bebé para aprender a caminar de forma temprana.
Aquí te dejamos un video que lo explica mucho mejor ➡
2 – Retrasa la transición entre el gateo y el caminar
Los andadores son recomendados para las edades muy tempranas del bebé, es decir aquella en la que deja el coche y empieza a gatear. Por ello, cuando aprenda a gatear es necesario que deje el andador.
De otro modo, el tacatá mas que ayudar terminará por retrasar el desarrollo psicomotor del bebé. Lo ideal, en este caso, es que restrinjas el uso del andador paulatinamente.
La utilización del andador puede fortalecer los músculos de las piernas, pero solo si es un correpasillos.
3 – Evitan que se caiga pero… ¿Es esto recomendable?
Cuando nuestro pequeño se cae al suelo suele ser una sensación escalofriante y por ello muchos padres deciden crear un ambiente sobre controlado para que él bebé aprenda a caminar usando el andador.
No obstante, las caídas son vitales para que un desarrollo del sentido del espacio, gravedad y equilibrio. Si este está limitada por el uso del andador entonces no podrá desarrollar estos sentidos.
Nunca es bueno sobre proteger al bebé, deja que tenga pequeñas caídas, solo cuida que sea en un suelo adecuado y que no esté rodeado de objetos que puedan perjudicar su integridad física.
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¿Cuáles son las ventajas del tacatá?
Todo tiene su parte buena y su parte mala, y, aunque NO lo recomendamos, puedes usarlo 30 min a la semana. Veamos us ventajas:
- Son mucho más seguros que los correpasillos: estos andadores están diseñados para ofrecerle a los bebes mayor seguridad y confort, pues podrán desplazarse con total seguridad en el espacio que elijan los padres, siempre que estén en total vigilancia.
- Los tacatás están diseñados con una estructura solida y acolchada capaz de protege a nuestro bebes de impactos, caídas o choques ¡Además son bastante estéticos!
- Mejora parcialmente la independencia del Bebé: Muchas veces sucede que los niños sin andadores están un tanto restringidos en cuanto a los movimientos que pueden dar, esto se debe a que los padres se preocupan demás por el bebé y no les permite andar libre.
- Cuando los niños usan andadores, son más libres para desplazarse y desarrollan una cierta independencia (virtual) que será notable durante su crecimiento.
- Mayor autonomía: Los padres, además de cuidar a los bebes también deben realizar distintas labores del hogar que de otro modo serian imposible con él bebé a cuestas. Con un tacatá podrás dejar al bebé libre (parcialmente)
- Debido a esto, cuando un bebé usa andadores, les permite a los padres tener mayor autonomía y hacer labores domésticas sin problema gracias a que sus hijos estarán protegidos por el andador, siempre y cuando no olviden vigilarlos.
- Fuente de Entretenimiento: A medida que la tecnología avanza los diseñadores de andadores para bebes innovan para ofrecer a tus hijos una gran fuente de creatividad para los pequeños.
- Los andadores de hoy en día cuentan con un gran número de accesorios capaces de ofrecerle a tu hijo distintos sonidos, sensaciones, formas y colores para desarrollar el aprendizaje.
FAQ – Mitos y preguntas sobre los andadores para bebés
Muchos son los mitos que circulan alrededor de los andadores para bebé y muchos suelen ser mentira, veamos:
¿El tacatá hace daño en la espalda?
No hace ningún daño a la espalda. Los niños saben expresar sus molestias, lo más lógico es que si tu bebé siente algún dolor al estar en el andador lo exprese con un llanto o un rechazo al momento en que lo coloques en el mismo.
Por ello, es un mito total el que la gente piensa que porque él bebé está en un andador automáticamente este sentirá dolor en su espalda o esta terminara atrofiándosela. De hecho no hay ningún reporte de que esto haya sucedido en algún momento.
¿En qué momento debería de dejar de usar el tacatá?
Si te preguntas cual es el momento adecuado para que tú bebé deje el andador, pues te recomendamos que a partir de que cumpla los 18 meses o cuando aprenda a gatear del todo bien.
¿Los tacatás arquean los pies?
No, tampoco arquean los pies. Este es el mito más común y el menos acertado que podrás escuchar de la gente. No se ha demostrado en ningún estudio que un andador haya arqueado las piernas de un bebé.
Muchos pediatras puestos al día sobre traumatología han desmentido este mito y aseguran que ningún andador ha ocasionado alguna malformación en los bebes. Es decir que más allá de las desventajas que hemos mencionado anteriormente no hay.
¿Si mi bebé ya está usando el tacatá? ¿Se lo quito?
Realmente no es para tanto, el andador puede ser un gran asistente para ciertos momentos del desarrollo del bebé, sin embargo intenta que no lo use en exceso, como mucho unos 30 minutos al día
Maten vigilado a tu bebé pero permite que se desarrolle independientemente, que se caiga, llore y se levante. No te preocupes si usa un poco el andador, mientras lo mantengas controlado no pasará nada.
Sobre el artículo
Sin rodeos, el andador es un elemento dentro de la infancia de un bebé que puede ser prescindible, no obstante, nosotros nos aventuramos a decir que dependiendo de la situación un andador para bebé vale la pena o no.
Toma en cuenta todos los factores que te hemos mencionado en este artículo y forma un criterio propio en base a las necesidades que tengas tú y la de tu hijo.